Ediciones Irreverentes
ha presentado hoy en el Café El Espejo, de Madrid, Efecto Dulcinea,
de Concha Rodríguez, texto
publicado en libro por Ediciones Irreverentes, y que se estrenará el próximo
domingo, 19 de enero, en el madrileño Teatro del Arte (C. San Cosme y San Damián, 3), con puesta
en escena a cargo de La Estampa
Teatro.
Afirma
Concha
Rodríguez sobre la protagonista
de Efecto
Dulcinea, “No tengo tan claro
que la emprendedora de mi obra haya triunfado en algún momento.
Posiblemente ni
siquiera haya triunfado. Ha vivido durante toda la época de la burbuja imitando
cánones de triunfadores y ha colado. Hasta ella misma se lo ha creído. Y cuando
cae todo, no sabe recomponerse. No sabe tomar otros caminos, ni desandar lo
andado.”
¿Qué
encontramos en esta comedia recién publicada por Ediciones Irreverentes? De
tanto leer libros de Autoayuda, Lola –editora, feminista radical, explotadora y
demagoga- enloquece y se rige por los cánones de la Mujer Ideal. En su vida se mezclan sus más
fieles colaboradores y una serie de personajes que harán de ella la peor de las
villanas. Con el Quijote de fondo y
su obsesión por dar voz a Dulcinea, Lola, la eterna luchadora perfecta, será
diagnosticada con una enfermedad mental poco conocida, pero muy
padecida, El síndrome
Dulcinea, que padecen todos los enamorados cibernéticos, que
son cegados de amor por seres infundados, desconocidos y a veces
inexistentes.
¿Liberación
de la mujer, igualdad? La vida es más dura de lo que cuenta la publicidad
oficial, sobre todo cuando te han convencido de que debes ser una emprendedora. ¿Libertad acaba siendo
sinónimo de soledad? Sobre la difícil conciliación de trabajo y vida
profesional, que tanto le cuesta a muchas mujeres, medita la autora en la obra
“Posiblemente
yo sea una de ellas. Creo que todas tenemos un poco de intentar controlar el
trabajo fuera de casa y la conciliación familiar. Y nos culpamos, cuando no
estamos en todas partes al cien por cien. Y si además trabajas, como es mi caso,
en un trabajo vocacional, que amas con todas tus fuerzas y que te hace viajar
mucho… pues sientes que algo de la vida real te estás
perdiendo.”
En todo
caso, al presentar los problemas de la mujer ante un mundo voraz, en el que la
empresa puede quitarte la vida, Concha
Rodríguez lo plantea desde un punto de vista amplio “Creo en el Teatro como espejo de la sociedad en la
que vivimos. Si el autor es un hombre escribe lo que ve… y sin duda una mujer
tendrá otro punto de vista y otras necesidades… Tal como somos de distintos y de
complementarios. Pero no diferenciar la problemática de la mujer como algo
aislado. La problemática de la mujer debe ser la problemática de toda la
sociedad.”
La
compañía permanecerá en el Teatro del Arte de Madrid los domingos del resto de
enero y todo febrero.
Efecto Dulcinea es una obra muy divertida,
con momentos de carcajadas, y crítica con los estereotipos que se le han
“vendido” a la mujer como deseables, se asegura una hora y media divertida y un
post-acto de meditación.
El escritor Miguel Ángel de Rus,
autor del prólogo afirmó “Efecto
Dulcinea nos ofrece una estructura clásica de comedia, con enredos, equívocos, y
sobre todo el gran equívoco permanente de la propia vida. Que entre un moro
guapo y te alegre la tarde es un equívoco cotidiano; que creas que estás
siguiendo el camino que querías seguir, es un equívoco que arrastramos hasta la
tumba. Es una comedia entre ácida con puntos amables, que te hace leerla —o
verla representada— con una sonrisa y algunas carcajadas, y que luego, cuando se
ha pasado el efecto del calor del arte en vivo, te lleva a pensar. ‘¿No seré yo
el protagonista?’”
Concha
Rodríguez:
Autora teatral, directora y actriz.
Funda la compañía La Estampa Teatro en 1994, que en la actualidad cuenta con
quince montajes. Es autora de textos como La
última luna de abril, Para Bellum, Soltera SLU, Primitiva Vanidad, Mi sobrino el
concejal, Nido de Víboras, Flamenquería, Siete hembras sin piedad y
¡Estáis quemadas!, entre
otros.