11.3.11

Presentación de Microantología del microrrelato II

Horacio Vázquez-Rial, Miguel Angel de Rus y Carlos Augusto Casas han sido los escritores que han presentado esta mañana en un céntrico café madrileño el libro “Microantología del microrrelato II”, editado por Ediciones Irreverentes en su colección de Narrativa.
En este libro aparecen cuentos breves de autores españoles de primera fila, como: Fernando Savater, Luis Mateo Díez, Joaquín Leguina, Fernando Sánchez Dragó, José Luis Alonso de Santos, Manuel Hidalgo, Miguel Ángel de Rus, o Antonio Gómez Rufo; destacados autores hispanoamericanos del momento, como los argentinos Horacio Vázquez-Rial, Antonia Russo o Guido Finzi, el ecuatoriano Raúl Vallejo, los venezolanos Juan Martins y Félix Díaz, el peruano Fernando Morote, el mexicano Juan Patricio Lombera, el colombiano Nelson Verástegui, o el uruguayo Jorge Majfud. Participan destacados autores eslavos como Anatoly Kudryavitsky, Marina Vishnevetskaya y Roza Husnutdinova y los mejores escritores jóvenes españoles, como María Zaragoza, Raúl Hernández Garrido, Carlos Augusto Casas, Twwigy Hirota y Santiago Gª Tirado, entre otros. Junto a ellos, veinticinco autores clásicos, que aportan el contrapunto a la forma de entender el relato breve en nuestra época y en otros tiempos.
El escritor y editor responsable de esta compilación, Miguel Angel de Rus, afirmó que “Se está generando en los blogs un fenómeno de gran difusión del microrrelato. Internet es un lugar adecuado para textos que no pasan de las dos páginas, y varios de estos relatos los hemos seleccionado de blogueros conocidos. Hay muchísima gente que escribe, no encuentra editorial, y publica en Internet. En esta antología hemos elegido varios ejemplos de interés. Además hemos procurado profundizar en un proceso en el que llevamos trabajando hace casi dos años, ofrecer lo mejor de la narrativa hispanoamericana, aunque no sea conocida en España. En esta antología figuran diez autores hispanoamericanos actuales de siete países. Y aunque ha habido libertad a la hora de ofrecernos relatos hemos favorecidos la selección de relatos impactantes, satíricos, críticos, ácidos y divertidos; una literatura ligera de forma, pero contundente de fondo”.

Horacio Vázquez-Rial explicó el origen de su relato, “me planteo que hizo el marido de Madame Bovary después de la muerte de ella, porque Flaubert deja olvidado a Charles Bovary. Lo vemos yendo al cementerio, constatamos su desconsuelo, incluso descubrimos qué hizo la hija veinte años después. Es la segunda vez que escribo sobre ese momento que Flaubert no quiso desarrollar y que para mí siempre fue un enigma.”
La historia que relata Carlos Augusto Casas “está basada en un hecho real. Un amigo me contó que había visto en el metro de Madrid de noche a un hombre abrazado a un cadáver. He partido de esa imagen para crear un relato de serie negra, cercano al terror; y la limitación de espacio que me puso Miguel Ángel me resultó muy estimulante, porque tuve que comprimir en sólo tres páginas una idea que hubiera podido dar para una novela”.
Como afirma Vera Kukharava en el estudio introductorio del libro: “Hay escritores que dan vueltas en 800 páginas a una misma historia sin despertar emociones y otros en un relato breve, o en un microrrelato, nos hacen sentir, sobresaltarnos, emocionarnos. Estos últimos han sido cuidadosamente seleccionados para formar parte de la Microantrología del Microrrelato II. Como dijo David Lagmanovich los microrrelatos son «cuentos concentrados al máximo, bellos como teoremas que ponen a prueba nuestras maneras rutinarias de leer». No es de extrañar que nuestra vida cotidiana, con la rapidez del consumo, las modas y las tendencias en el arte hacia la búsqueda de lo conceptual y minimalista, preciso y contundente, lleve a los escritores a utilizar formas breves, compactas, y a los lectores a llenar sus aturdidos sentidos en escasos momentos de paz de esencias placenteras. Pero más allá del deseo de estar a la vanguardia lo que valoramos y lo que más nos impresiona en los microrrelatos es la brillantez en su brevedad. Escrituras de corta extensión aparecen en todos los tiempos. Ya Esopo hizo obras maestras de la narrativa en tan sólo unas líneas; obras que no sólo siguen vivas, sino que continúan siendo insuperables. Reunida la tradición popular y la erudita, en el S.xx, encontramos el relato breve en su expresión más concentrada: el microrrelato, una narración concisa, precisa y de una gran intensidad expresiva, ya que no es un resumen sino una «esencia».